Saturday, January 19, 2008

TIEMPO, O LA NECESIDAD DE PSICOLOGO




Del director coreano Kim Ki Duk, quien ya nos había traído películas como "otoño invierno verano primavera y otoño" o "el arco", llega "TIEMPO", un interesante relato que habla sobre el hombre y su identidad, y cómo el amor que le podemos llegar a tener a alguien poco tiene que ver con el exterior que vemos de él o ella todos los dias.


¿Te cansaste de mi? ¿te cansanste de mi cara?...¡Responde! Le gritaba Seh-hee a su novio, Ji-woo en la cafeteria del barrio, mientras veía como se deleitaba con la belleza de la mesera que les estaba sirviendo el café. Claro que no mi amor...responde dubitativo el seducido novio, quien quita rápidamente la mirada de la mesera y la devuelve a donde corresponde. Pero lo que puede parecer una escena normal de celos se va conviertiendo en un ritual que Seh-hee repite con todas las mujeres, independientemente de si le están mirando al novio o no y alimentado por la rutina y el tedio inevitable que viven las parejas con el lento transcurrir del tiempo. Para colmo Ji-woo, preocupado por el comportamiento de su novia y cansado por todo el trabajo de la semana no responde con sus deberes de amante esa noche y Seh-hee en un acto de masoquismo propio de su creciente perturbación mental hace un experimento que termina por confirmar sus más profundas y dolorosas sospechas: "¿Porqué no te imaginas que yo soy la mesera del café de esta tarde, a ver si así puedes terminar de hacerme el amor? Y dicho y hecho el novio termina con la faena amatoria, pero también con la confianza de la insegura y acomplejada joven.


Y Seh-hee, envuelta en una nube de duda, celos y desesperación toma una desición drástica: desaparece repentinamente de la vida de su novio sin dejar siquiera una nota de despedida y recurre a la varita mágica que corrige los problemas del siglo XXI: el bisturí. La joven se recluye en un centro de cirugía estética y le pide al doctor que le cambie completamente la cara, que le transforme su identidad física para convertirse segun ella en una mujer más hermosa y aceptable y asi poder seducir nuevamente a su novio y asegurarse definitivamente su atención y amor.


Pero con lo que ella no contaba es que su novio, a pesar de ser afectado con mucha frecuencia por el tan instintivo y biológico reflejo masculino de quedársele viendo a una mujer hermosa, todavia la ama. Cuando Seh-hee regresa tiempo después, ahora como See-hee (algo asi como Ana y Dana) e intenta recuperarlo, se encuentra con que éste no puede olvidar la cara de antes, la versión original creada por Dios y no por el hombre y mucho menos puede olvidar los berrinches, los escandalos, la rutina, el tedio, el olor y la esencia sin los cuales no hubiera podido enamorarse de los supuestamente demacrados rasgos físicos que ahora tanto extrañaba. La joven se empeña en conquistarlo pero va cayendo victima de sus propias inseguridades sin siquiera darse cuenta de que la razón por la cuál su novio no la puede olvidar es la misma razón que ella cree necesaria cambiar. Que tal la confusión. Al final, el deprimido y desconcertado novio debe hacer algo desesperado al respecto para poder calmar el vacio y el dolor que aquella cara hermosa y ahora ausente le dejó en el corazón.

Tiempo es una buena película que sin llegar a ser brillante nos muestra una realidad excesivamente preocupada por las apariencias, en la que vemos problemas donde no los hay y en el proceso pasamos por alto los verdaderos. Y también nos muestra una historia de amor que transcurre en esa realidad y tiene que decidir si el fondo es más importante que la forma. De pronto tanta cirugía estética sólo nos sirve para cubrir vacios emocionales que sólo se curan bien lejos del quirófano.


Atención al parque de esculturas al que los protagonistas recurren como escape de sus vertiginosas y tristes vidas, fácilmente lo más disfrutable de la película.