En octubre del 2006 salió en El Tiempo una columna muy interesante llamada el cazador cazado. Fue escrita por Manuel Guzman Hennessey, el director del Centro de Aplicaciones de la teoría del caos y en ella pide opiniones sobre porqué pasan las cosas que pasan en ésta vida chistosa y sinsentido. Esta es la columna.
¿Por qué los creadores de mundos trágicos acaban casi siempre en calidad de actores de una tragedia similar?
El miércoles que pasó, Pedro Claver Téllez salió de su casa un poco antes de las seis de la mañana. Y camino hacia una cita periodística fue interceptado por dos hombres que lo estrujaron en el intento de quitarle sus pertenencias: una grabadora, papeles, disquetes. Plata no tengo, argumentó en su defensa. Gringo hijueputa, fue la respuesta del crápula.
La historia, hasta aquí, no tiene mucho de original, pues ocurre a menudo. Sin embargo, síganme. Pedro persuade a los bandidos sobre la precariedad de sus finanzas y logra que estos le crean su sincera preocupación sobre el deterioro social del país. Invita a sus atracadores a desayunar y estos acaban agradeciéndole el gesto con amistosas palmaditas sobre la espalda que, instantes antes, se salvó del cuchillo.
Lo que el cronista tenía escrito en los papeles, que también se salvaron, son historias de pandilleros, pues Téllez es bandidólogo. No por casualidad, siete de sus ocho libros publicados versan sobre este mundo, desde Efraín González hasta los sicarios de Medellín, que él y Víctor Gaviria conocen a profundidad, pues ambos se han metido en las entrañas de la noche tenebrosa para arrancarle las historias que en forma de buen cine ha conocido el mundo.
El episodio me sirve para reflexionar sobre una pregunta que me persigue desde hace mucho tiempo, y que aquí lanzo, como botella al mar, en busca de una respuesta que quizá tenga alguien.
¿Cuál es el vínculo secreto que termina conectando el tema de un investigador con la propia realidad de su vida? ¿Por qué extraña razón quien escribe sobre bandidos acaba inexorablemente entre bandidos?
¿Cuál es la energía que como un atractor extraño une ficción con realidad? Le ocurrió al creador de la novela negra norteamericana, Dashiell Hammeth, quien acabó en el bajo mundo del crack de los años treintas. Y a Bukowski, muerto entre los villanos de sus obras, y a Lowry, disoluto entre los humos de su propio volcán. A Henry Miller, quien de tanto escribir sobre sexo acabó viviendo, a sus 84 años, una verdadera epopeya de plus-sexo con Brenda Venus, una chica menor de treinta. Y a Passolini, asesinado por uno de sus amantes. Y entre nosotros, Gómez Jattin y Barba Jacob, cada uno a su manera, escribieron y vivieron y murieron en sus exactas leyes, el primero "más allá de la muerte y sus desolaciones" y el segundo, poeta mayor, siendo él mismo dramática encarnadura de su propia "canción de la vida profunda".
¿Qué es lo que pasa, en ese ajedrez bifronte que es la vida, la realidad y sus formas difusas, para que los creadores de estos mundos trágicos acaben casi siempre en calidad de actores de una tragedia similar?
Se lo pregunté a Téllez y no lo sabe. ¿Tendrá alguien una hipótesis?
ésta fue la hipótesis mia:
Creo yo que es la sincronía de la vida. El universo es perfecto y está entrelazado de tal manera que cada "creador de un mundo trágico acaba casi siempre en calidad de actor de una tragedia similar." El universo nos apoya en lo que nosotros decidamos pensar y creer, y de acuerdo a eso se van entretejiendo las fibras de nuestra vida: las experiecias que vivimos y la gente que conocemos y que nos refleja. Ud da ejemplos como Bukowski, Lowry o Henry Miller entre otros, que acaban siendo protagonistas de sus propias tragedias. Un artista vive para contar, y para que estos autores terminaran viviendo lo que escribian es porque esos sucesos antes tenían que estar de alguna manera en su cabeza, en forma de deseo, de miedo, de fantasía, de creatividad, de intención, de pensamiento, o sea, de energia. Y no solo aplica para los mundos trágicos. Si una persona vive un ambiente de paz interior, o dedicada a una tarea específica ( como en el caso del Sr Tellez, que estudia los ámbitos relacionados con las pandillas, la conducta de sus miebros, la forma como operan, el porqué, etc) las cosas que le sucedan van a reflejar ese estado mental. Nos convertimos en lo que pensamos. Y esto después se refleja en algo más grande que nosotros.
Esto me hizo pensar en la teoría cuántica, formulada a principios del siglo pasado y que sin embargo todavia no es completamente entendida por todos nosotros. El caso es que la teoría cuántica llegó como un nuevo paradigma (como la teoría del caos llega ahora) y revolucionó la manera como percibimos nuestro universo y a nosotros mismos. Gracias a ésta teoría el concepto de incertidumbre en la ciencia se formuló: "Es imposible saber al mismo tiempo la velocidad y la posición de una particula cualquiera". En pocas palabras, se trascendió el determinismo científico y ya se empezaba a comprender (por lo menos cientificamente, pues el aspecto espiritual ya lo sabía desde hace mucho sin necesidad de máquinas) la irracionalidad del universo, la complejidad de sus métodos y acciones y la incertidumbre y total armonía bajo las cuales operan.
De acuerdo a teóricos de la física cuántica, todo lo que vemos en el mundo material (un billetre, un carro o un ser humano) esta hecho de átomos, que a su vez estan conformados por partículas subatomicas las cuales a su vez son fluctuaciones de energía e información. Todas las cosas del universo son entonces, fluctuaciones o impulsos de energía e información. La diferencia entre una cosa y otra es simplemente la forma como esta energía e información es organizada y proyectada. Entonces, dijeron los filósofos, todos estamos hechos de las mismas cosas, de energía e información: Ud, yo, Tellez, y también las cosas que le pasan a Tellez. Y esos impulsos de energía, que en nosotros se llaman pensamientos, son la base fundamental de nuestra vida. Nosotros los estructuramos de una manera diferente a un animal o a un árbol, pues nuestro cerebro está configurado de distinta manera, pero la naturaleza habla toda el mismo lenguaje. Es como la energia que hay detrás de la metamorfosis de un insecto, algo maravilloso que solo puede explicarse por medio de leyes configuradas por una inteligencia superior. Mas allá de los átomos, más allá de la ilusión del mundo físico, existe un mundo inmaterial donde estos impulsos de energia y de información son apenas intenciones, esperando a realizarse, un mundo que algunos llaman Dios, consciencia superior, niveles mas elevados del yo etc, y en el cual se orquestan los impulsos de la perfección del universo, de la naturaleza y de todo lo que hay en ella. Por eso, las cosas que nos suceden son proyecciones de esos impulsos que nosotros vamos creando. Por supuesto en muchos casos ni siquiera nos damos cuenta que lo hacemos, pero en nuestro universo interior se origina todo lo que nos pasa en nuestro universo exterior.
Jung decía que somos protagonistas de nuestras propias vidas y extras de un drama superior. Es en este drama superior donde todo está sincronicamente armonizado para que su amigo, que es bandidólogo, se encuntre con su objeto de estudio, que es lo que ocupa gran parte de su energia, sobre todo en pensamientos. Lei en su articulo que ha escrito 8 libros sobre el tema, entonces es seguramente un aspecto de la realidad que le interesa mucho, al cual dedica horas de estudio y de análisis y hasta de ratos libres (cuando uno hace lo que le gusta en realidad "el trabajo" es la vida de uno). No le tiene miedo a que lo roben, en realidad inconscientemente busca este tipo de stuaciones, porque ése es el ámbito que mejor conoce, porque esa es su realidad y porque se siente en la capacidad de ayudar a alguien que necesita su ayuda. Cuando ud quiere invitar a desayunar al crápula que lo quiere robar o hasta matar, es porque a ud le interesa su vida, quiere sacar 20 minutos de su tiempo y escuchar lo que tiene por decir.
La sincronía puso a su amigo y al cràpula en el mismo momento y lugar, para que ambos aprendieran una lección más en la vida. Tellez habló con ese ratero sucio y sin nombre y encontró seguramente alguna respuesta que estaba buscando desde hace algun tiempo y seguramente el crápula (u otro que haya sido o vaya a ser "víctima" de una invitada a desayunar o una terapia de 20 minutos del Sr Tellez) se convertirá en otro señor Tellez en un futuro. Es como si el universo nos diera las respuestas, pero ya está en uno interpretarlas como una señal de mi superconsciencia para avanzar un paso más o tomarlo como otro accidente más en mi vida.
Esa es en pocas palabras una teoría que puede explicar en parte ese suceso. Todos estamos interconectados, y solo falta tener la capacidad de percibir las señales que el mundo le envía a uno.
El universo es más milagroso de lo que se supone. Todo está planeado tan exquisitamente que en cualquier momento dado todos recibimos de los demás actores de nuestra vida las enseñanzas que necesitamos.La naturaleza no gasta bromas; siempre es sincera, seria e inexorable; siempre lleva razón y los errores y los fallos provienen siempre del hombre. Desdeña al hombre que es incapaz de apreciarla en su justa medida y sólo se doblega y revela sus secretos al apto, al puro y al sincero.
Goethe.
Monday, February 26, 2007
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Friday, February 2, 2007
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